Novela ambientada en la prehistoria, cuando el descubrimiento del fuego había mejorado la vida de las tribus primitivas y su pérdida suponía una amenaza para su supervivencia.
Cuando los Ulhamr se quedan sin fuego, el jefe de la tribu envía dos grupos de hombres a buscarlo, uno liderado por Naoh y el otro por Aghoo. Después de muchos peligros, Naoh y sus compañeros consiguen robar el fuego de otra tribu y finalmente aprende cómo crearlo usando piedras. Pero el viaje de regreso a casa será difícil y pondrá a prueba al joven guerrero que aspira a conseguir el premio que el jefe ha prometido al portador del fuego: su joven hija Gamla.
La historia no me ha entusiasmado mucho y estuve a punto de dejar de leerla. Hay aspectos que no me convencieron y, aunque está bien argumentada y muy bien desarrollada, la trama no convence demasiado.
El autor narra la historia en tercera persona lo que le permite acceder a los puntos de vista de los diferentes personajes que ha creado. Basándose en los conocimientos científicos de su época, ha intentado reproducir animales y hombres prehistóricos con sus hábitos y lenguaje. En la narración prevalecen las descripciones de las escenas de acción y, en algunos momentos, diálogos que muestran características conocidas de los hombres prehistóricos. En torno al tema central, el autor desarrolla toda la historia utilizando bien las técnicas de escritura, el ritmo narrativo apropiado y una correcta integración de los elementos de la estructura narrativa.