Segundo libro de la serie Renegade Angels, sigue la historia de dos personajes que aparecieron en la primera novela: Un toque de rojo, y en particular cuenta la historia de amor y odio entre Elijah Reynolds, un alfa licano, y Vashti, la segunda vampira más poderosa que existe.
Después de la rebelión de los licanos contra los ángeles para los que trabajaban, Vashti se presenta en su refugio para tratar de forjar una alianza con los vampiros, pero su venganza personal contra los responsables de la muerte de su pareja y la de Elijah con el vampiro que mató a su amigo, complicará la situación. Sin embargo, entre los dos surgirá una intensa pasión que amenaza con destruirlos el uno al otro y, cuando se acerca una guerra inevitable entre vampiros, licanos y ángeles, tendrán que decidir de qué lado estar, y enfrentarse a las consecuencias.
Una cautivadora historia paranormal que capta la atención desde el principio y te hace simpatizar con los dos protagonistas, Elijah y Vashti, tan diferentes entre ellos pero al mismo tiempo únicos y profundamente sensibles, que es casi imposible no estar de su parte y esperar en un dulce final feliz. También hay momentos de acción y giros inesperados que hacen que la lectura sea más interesante. Una trama muy bien lograda.
El narrador en tercera persona sigue de cerca los acontecimientos de los distintos personajes de la novela, mostrando una visión clara y completa de cómo se desarrollan los hechos, hábilmente entrelazados entre ellos.
Las descripciones de los lugares, las emociones y las personas intensifican la experiencia de la lectura, ya particularmente interesante por los diálogos, fluidos y, en ocasiones, divertidos, que reflejan muy bien el carácter de quien habla.
Finalmente, se nota una especial atención de la escritora en construir una sólida trama con una buena combinación de discursos directos y narración indirecta de lo que sucede, y un correcto equilibrio del tiempo de la historia, que fluye de forma natural, con algunos recuerdos del pasado que refuerzan el presente y crean estimulantes expectativas para el futuro.