SINOPSIS

Paleolítico. Ayla, una niña de cinco años que perdió a su familia en un violento terremoto deambula sola por una tierra desconocida poblada por enormes y feroces animales, como el león cavernario que la hiere en una pierna mientras busca desesperadamente comida y refugio.
El clan del oso cavernario, en busca también de un nuevo sitio donde asentarse, la encuentra casi muerta en su camino. Brun, el jefe, no quiere aceptarla en su tribu, pero Iza, su hermana y curandera, decide curarla y, junto con Creb, su otro hermano, cuidan de ella como si fuera su hija. Ayla se recupera y aprende las nuevas costumbres del clan para que ser aceptada, pero su aspecto y comportamiento siguen siendo diferentes y Broud, el hijo del jefe, que alberga un odio irracional hacia ella, está decidido a amargarle la existencia.

RESEÑA

De esta novela, hay un aspecto que me ha gustado y otro no. El primero es la reconstrucción de una historia ambientada en el Paleolítico, basada en un buen trabajo de investigación sobre cómo se vivía en la prehistoria, lo que hace bastante creíble la historia de la protagonista, cómo se relaciona con su nueva familia y cómo se enfrenta a situaciones difíciles. El segundo aspecto en cambio está relacionado con un tema que ocupa gran parte del libro y que no me gustado mucho leer: la sumisión de la mujer a la voluntad del hombre. A pesar de esto, acabé el libro para saber si la pequeña protagonista tenía un final feliz.

TÉCNICA LITERARIA

La autora narra la historia en tercera persona, accediendo a los pensamientos de los personajes, y es una sabia decisión teniendo en cuenta que no utilizaban lenguaje verbal. A pesar de ello, hay diálogos adaptados al contexto que hacen que la lectura sea fluida e interesante. En cuanto a las descripciones, son muy detalladas y permiten identificar lugares y personas en cada momento de la narración. El tema central se desarrolla entre temas secundarios que, en algunos casos, parecen estar más tratados que el principal y la buena elección de la estructura del tiempo hace que el ritmo de la narración fluya sin ralentizarse en ningún momento.