En el mundo moderno y civilizado, ángeles, vampiros y licanos están en constante lucha entre ellos desde tiempos inmemoriales. En un principio los Vigilantes eran ángeles enviados por el Creador para vigilar a los humanos, pero luego, se unieron carnalmente con ellos y, por esta razón, fueron castigados por los Centinelas, ángeles guerreros superiores, quienes les quitaron las alas y el alma y los convirtieron en vampiros.
Primer libro de la serie Renegade Angels, cuenta la historia de Adrian Mitchell, capitán de una unidad especial de centinelas que, junto a los licanos, humanos mortales y lobos, controla a un grupo de vampiros cuyo líder es Syre, un ángel caído que, antes de perder sus alas, tuvo dos hijos con una mortal: Torque y Shadoe. Pero Adrian también se enamoró y, como castigo, tuvo que matar a su querida Shadoe, antes de que su padre pudiera convertirla en vampiro. Pero al hacerlo, su alma se volvió inmortal y reencarnó en el cuerpo de otras mujeres, en un ciclo eterno sin fin.
En la última reencarnación, Shadoe renace en Lindsay Gibson, una chica con habilidades especiales que caza vampiros sin saber que tiene un alma inmortal en ella. Y cuando Adrian y Lindsay se conocen, nace entre ellos una fuerte atracción, pero para Lindsay el mundo sobrenatural es peligroso y podría hacerle perder el amor y su alma para siempre.
La historia de amor es muy apasionante y con una buena dosis de erotismo que mantiene la atención en la lectura de principio a fin. En el mundo de fantasía que ha creado la escritora, incluso los personajes secundarios transmiten fuertes emociones que hacen que quieras saber más de cada uno de ellos.
La historia es contada por un narrador en tercera persona que permite tener una visión más completa y clara de lo que sucede en la novela. Los diálogos y las descripciones están bien construidos y crean escenas impactantes que hacen que la lectura fluya sin problemas, sin interrupciones innecesarias. Y finalmente los personajes tienen rasgos físicos y caracteriales que los hacen únicos y especiales y dan mayor impulso a la trama desarrollada con destreza entre conflictos internos y externos que la sostienen con fuerza hasta el final.