Siglo XV. El joven guanche Cienfuegos, abandonado desde pequeño en la isla de La Gomera, se enamora de la esposa del conde dueño de la isla, y su vida cambia totalmente. Para evitar la furia del conde, los dos amantes deciden cruzar el océano y reunirse en Sevilla, desafortunadamente, Cienfuegos acaba escondiéndose en una nave que viaja hacia otro destino: las Indias Occidentales, o eso creía el almirante del barco, Cristóbal Colón.
Es la primera novela que leo del autor y me ha encantado. Es también la primera de una serie de siete novelas ambientadas en América, tras su descubrimiento, que promete ser muy entretenida. Me han gustado sobre todo los personajes, tan reales cada uno con su propio carácter bien definido, que consiguen que la historia se vuelva más interesante a medida que avanza.
La historia se narra desde la tercera persona con múltiples puntos de vista. De esta manera el lector sabe lo que pasa en las distintas partes de la narración y puede atar cabos por sí mismo, según avanza en la lectura. Los personajes son el motor de la historia. Sus rasgos y sus acciones están tan bien desarrollados que parecen muy reales, y eso el autor lo ha conseguido gracias también a los diálogos, realistas y entretenidos. En cuanto a las descripciones a pesar de que se centran más en detalles visuales que sensoriales, son precisas y muestran al lector un cuadro general de donde se están desarrollando los hechos. Y, con lo que respecta al tema, sobresalen temas secundarios que, en lugar de restarle importancia, parecen reforzar la idea principal y no sacar al lector del camino establecido.