El señor y la señora Kampfs son un matrimonio extravagante que vive en un lujoso apartamento en París, y un día decide organizar un baile para formar parte de la alta sociedad francesa a la que aspiran desde hace mucho tiempo.
A su hija adolescente de 14 años, Antoinette, le gustaría asistir a la fiesta pero su madre se lo impide y entonces decide vengarse, pero la madre no será la única en sufrir las consecuencias de sus actos.
Desde el principio hasta el final de la historia, he percibido el enfado y la frustración de la joven Antoinette, como si de repente me hubiera vuelto yo también una adolescente caprichosa. Además he sentido la agitación y la preocupación de la madre por los preparativos de la fiesta y esa mezcla de emociones me ha hecho pasar agradablemente el tiempo leyendo. Es una historia corta y sencilla pero bien estructurada.
El narrador en tercera persona proporciona una visión parcial pero al mismo tiempo objetiva de lo que sucede en la historia. Los personajes creados son coherentes y respetan el rol que desempeñan. El relato se desarrolla en un corto período de tiempo donde destacan los momentos más importantes que permiten al lector seguir las escenas como si las hubiera vivido antes. La composición de los diálogos y la descripción de los lugares es precisa y selectiva. Y, una vez terminada la lectura, sorprende la capacidad de la autora para transmitir una experiencia de vida común a muchas personas, a través de una historia que parece simple y superficial, pero que en realidad es más complicada y delicada de lo que uno puede imaginarse.